“San Valentín, en realidad, despierta una polaridad. Por un lado está la necesidad de festejar el vínculo de sentirse amado con otra persona y por otra parte hay quienes están atravesando una soledad, por lo que pueden experimentar un sentimiento de culpa o una movilización emocional variada que puede ser tristeza e incluso ira”, sostiene el psicólogo Roberto González Marchetti, consultado sobre el “lado B” de esta celebración.
“También hay personas que tienen muchas dificultades por no haber podido elaborar el duelo de la separación de un vínculo y esta fecha trae pensamiento negativos, catastróficos, que provocan síntomas depresivos y pueden llegar a generar actitudes hostiles y de crítica desmedida, con uno mismo y con otros”, añadió.
Tucumanos solteros
Vidrieras cubiertas de corazones, imágenes de Cupido en cartulina y papeles brillantes en distintos tonos de rosa salpicando exhibidores. San Valentín es una fecha en la que el comercio mueve su maquinaria para invitar a hacer regalos al ser amado y esta es la primera interpretación a la que algunos jóvenes tucumanos y solteros refieren al ser consultados por LA GACETA por sus planes para la fecha.
María Robledo destacó: “en mi caso, este día no me genera expectativas ni estando con alguien, tampoco angustia si estoy sola, porque considero que es una fecha comercial”.
“Lo que suelo hacer es salir con amigas, tomar algo, si es más cerca del fin de semana, y si no lo tomo como cualquier otro día. A veces sí aprovecho para participar en sorteos”, contó risueña.
“Yo la paso bien, en general trabajando. Es un día más digamos y no me angustia”, contó Liliana Atrib, de 29 años. De todas maneras reconoció: “sí sería lindo compartirlo con alguien, pero no es feo pasar esta fecha sin novio o sin pareja”.
Fernanda Domínguez remarcó que hay que ponerle onda. “Es la fecha del amor o de los enamorados, y yo recibo mucho amor de mis amigas y de los que me rodean. Así que me encanta el 14 de febrero y trato de hacerlo especial para las personas que están cerca”, comentó.
Elena González, dijo: “en el día de San Valentín estaré trabajando, y como tengo dos empleos que demandan mucho de mí, no tendré margen de tiempo para sentirme mal por estar soltera”. Y agregó: “de todas formas, no pienso que estar soltera sea algo malo. Sentirse sola es diferente. Pero eso lo podes sentir aun estando en pareja”. “No pienso que la fecha me afecte, me parece lindo ver las calles pintadas de corazones rojos, esperando este acontecimiento. Disfruto de eso y de leer o ver historias de amor en las redes sociales”, cerró.
Julián Arce comentó que siempre escuchó de reuniones que hacen sus hermanas con amigas para celebrar este día en caso de estar solas, pero que mucho no lo comprende.
“Con mis amigos nunca pensamos en juntarnos o acompañarnos por no tener novia ese día. Ahora, si la reunión de mi hermana se hace en mi casa, siempre me llego a saludar para que me conviden algún vasito de cerveza o un pedazo de pizza”, confesó con picardía.
Enzo Páez, en tanto, indicó que no es una fecha que lo marque en ningún sentido. “Ni siquiera pienso en ello”, aseguró sin comentar si está o no en pareja.
Redes sociales
“Antes las relaciones debían ser para siempre porque era lo que se observaba en mandatos familiares, y hasta en películas. Hoy estamos en una época de amor líquido; es decir, valoramos lo que necesitamos en el presente y que logre mi satisfacción inmediata”, continuó el licenciado González Marchetti.
Señaló como posible causa el rol de las redes sociales. “Hoy en día son un medio indispensable de comunicación, pero cuando se realiza para la búsqueda de pareja se extiende más al amor líquido, porque es como entrar en un shopping y está lleno de vidrieras en las que te atrapa la imagen”, refirió.
“Ingresás, enviás una solicitud y todo es una galería. Cuando vos tenés más respuestas de aceptación, se provoca lo que se llama una conducta viciosa, ya que se puede llegar a experimentar ansiedad cuando haces una publicación de una foto personal o sensual y no tener la interacción que esperabas”, aseveró.
Apego emocional
También se refirió al apego emocional que surge cuando se pierden la autonomía y la libertad. “Se empieza a existir en función de lo que la otra persona diga y realice. Me olvido de mí mismo, me anulo como un ser individuo”, describió.
“El problema de dar tanta entrega es que te lleva a la culpabilización porque ante una reacción que no es la que esperás, pensás que hiciste algo malo, lo que moviliza una serie de emociones como ansiedad y preocupación que pueden derivar en un estado depresivo -amplió-. Hay que tener precaución con el apego emocional porque no es amor, aunque muchas personas lo confundan”.